Despedida de soltera en Barcelona

DESPEDIDA DE SOLTERA EN  BARCELONA

 

Despedida de soltera en Barcelona. Había sido una despedida de soltera alocada.  En un par de meses pondría fin a mi soltería. Me llamo Brenda, soy mujer trans y hoy os voy a contar que me sucedió en mi despedida de soltera en Barcelona.  Por esa razón,  mis amigos me habían querido despedir por todo lo alto! Para empezar, no faltó nadie de mis amigos y amigas mas cercanos. Fuimos a cenar por el Borne, a un restaurante que tenía una sala privada, con buena comida y mucho vino, que es importante para este tipo de celebraciones. Un chulazo de Boy muy simpático y atrevido y con un tranca… en fin ! Una fiesta para no olvidarme nunca,  en la que mis amigos como era tradición habían decidido disfrazarme… Hay muchos disfraces pero elegir de Animadora, fue apto para risa de propios y extraños. Podría haber ido de bailarina o de cualquier otro tema, pero mis amigos quisieron disfrazarme de animadora Americana.  Primeramente, me pusieron una minifalda y camiseta de tirantes de color blanca, con unos calcetines largos y unos pompones.

Despedidas de soltera de locura

 

Ya era tarde y había decidido ir en taxi. Entré en el portal y para mi sorpresa, me encontré al vecino. Debía de venir también de fiesta. Según me vio, se rio. El intuyó la razón de mi apariencia.

-Veo que vienes de despedida de soltera ?- Me dijo

A la vez que me abría la puerta del ascensor. El insistió en subir los dos. Llegamos a la planta de nuestras casas. En el instante que iba a separarme para irme me preguntó:

-Quires hacer la última copa?

Yo sabía que lleva ya bastantes años casado y quería invitarme antes del día D, según sus palabras. Le pregunté por su esposa. A lo que me respondió que no debía de preocuparme porque ese fin de semana estaba fuera de casa. Esa era la razón de por que se había escapado a tomar unas cervezas con sus amigos.

Nos sentamos en el sofá y me sirvió la copa. Empezó a preguntarme de como me había ido la despedida de soltera. Y al final, acabamos hablando de mi novio y de su mujer. Me contó cómo la conoció y de cómo había sido la vida de casado. Después pasamos a hablar sobre mi novio y aprovechó para soltar más de un piropo de forma disimulada. La conversación empezaba a ponerse picante y en un instante nos quedemos callados y al final dijo:

– Tienes una cara de insaciable. No te ofendas pero es verdad. Lo he comentado con algún vecino más. Tu novio es un hombre afortunado. Seguro que folláis mucho.

No supe cómo reaccionar pero acabé riendo. Me miró y volvió a decir:

– Y tú también con esa minifalda… Quien te pillara por detrás… – A la vez que ponía cara de pícaro.

Esa vez tan solo sonreí. Dijo algo más referente a su mujer sobre el tiempo que llevaba sin follar. Se rio y vi cómo se tocaba en su paquete y se desabrochaba un poco los pantalones.

– No te asustes. Solo es una polla. Es que me esta entrando una calentura me esta apretando mucho el paquete con los pantalones. Me duele un poco. Y se puso a reír. Quiero aprovechar que no está mi mujer para ver bien ese culo. No puedo mirarte bien cuando nos cruzamos y esta delante ella jeje

Me quedé sentada. No sabía qué hacer. Además la situación me incomodaba. No quería mirar el paquete y me preguntaba qué estaba haciendo allí. Pero, en el fondo, me gustaba….  Llevaba algo de razón sobre lo que me había dicho y me estaba excitando.

– ¡Levántate y baila! Quiero ver como se mueve ese culo- Me dijo

¿Lo suficiente para para verlo cubierto con la minifalda? – Le dije en plan traviesa

La música empezó a sonar.  Me agarró por el brazo y me llevo al centro del salón. Me volvió a pedir que bailase. Esta vez le obedecí. Empecé moviendo tímidamente las caderas con los brazos hacia arriba. Acompañando mis movimientos a la música. Se reía mientras se tocaba por encima del pantalón y me devoraba con su mirada.

Noté como se levantó, se puso detrás de mi, a la vez que su mano subió por mis piernas, se metió bajo la minifalda y tocó mi culo. Primero por encima de la minifalda y después por debajo. Se acercó a mi oído y me susurró:

– Me tienes a mil y quiero ese culo…

Cogió mi mano y la puso en su paquete. No tuvo ni que pedírmelo para que empezara a magrearlo, le baje los pantalones y metí la mano por dentro del boxer. Noté como su miembro poco a poco se iba agrandando en mi mano. Me dio la vuelta, y de forma instintiva me arrodille. Me quedé delante de su miembro ya durísimo. Met metió un dedo dentro de mi boca. Jugué con él dentro de mi boca, lo sacó y lo volvió a meter. Vuelvo a chuparlo con ansia para acabar sacándolo. Lo miro desde abajo y él sonríe.

 

– ¿Sabes qué viene ahora?- Le dije como una buena zorra

 

Me dio un par de veces con su polla en mis labio. Abrí la boca como la gran puta que soy.  Luego me la comencé a meter me la lentamente. Poco a poco vuelve a crecer dentro de mi boca. Cada vez llega un poco más profundo. El muy cabrón me empieza a agarrar de la parte de atrás de la cabeza. Me estaba excitando mucho esa dominación a la que me tenía expuesta. Entro en lo más profundo. Noto cómo llegó hasta mi garganta, como empecé a salivar en exceso. Ahora, ha aumentado el ritmo. Sus huevos golpean en mi barbilla, su vientre en mi frente. Escuchaba sus gemidos alternando palabras como zorra, guarra, trágate la toda cabrona… No me puede mover. Acepté que me follara la boca brutalmente. La deja unos segundos dentro y me señala el sofá y entiendo que viene ahora.

Me puse a cuatro sobre el sofá. Se viene hacía mi y me levanta la minifalda. No me la deja quitar, me dice que a de ser así. Azotó mi culo varias veces antes de empezar a introducir uno de sus dedos. De la misma forma que cuando estaba de rodillas. Primero empezó lentamente para ir subiendo el ritmo. Siguió aumentando el ritmo y sumando hasta dos y tres dedos. Se abalanzo sobre mi! Note la punta de su polla reposar en mi culo a la que me susurro:

– Mi zorrita, no te preocupes que voy a ir con dulzura

 

Noté como entro suavemente y creyendo que la iba a sacar, me la metió de golpe el muy cabrón. El grito de dolor se convierte rápidamente en un gemido! Empecé a mover mis caderas mientras el me embestía. Me agarra por el cuello para no dejarme mover. Gemimos los dos. Entra y sale con fuerza. Mientras me da cachetazos en el culo grita:

– Menudo culo, puta ! Te lo voy a reventar para que no me olvides cuando te folla tu novio.

Me dio la vuelta, me abrió de piernas y vuelve a introducir su miembro. Los movimientos eran rudos. Me deje llevar por completo mientras me volvió a meter sus dedos en mi boca. Gimo como nunca el muy cabrón. Me continuó castigando el culo que hasta que paro en seco, me empuja para que me agache. Me volví a ponerme de rodillas. Noto como un líquido caliente y viscoso explota en mi cara. Abrí la boca y saque  la lengua para notar cómo caía sobre ella. Me dio hasta la última gota….

Tardamos en recomponernos. No me creo lo que ha sucedido. No sé qué decir. Me levante y antes de salir me mira y dice:

– Putita, espero que seas muy feliz de casada pero cuando quieras repetir estoy aquí.

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